Descubrimos los desafíos medioambientales a los que se enfrenta el Mar Menor. Escuchamos las voces de quienes dependen de los recursos, como la agricultura, que están afectando la calidad del agua de la laguna costera.
Me encuentro en Los Alcázares, es un día festivo de primavera bastante caluroso. Mientras paseo por la playa, noto que la mayoría de las personas evitan sumergirse en el agua turbia y prefieren disfrutar del sol desde la orilla. Las algas verdosas se acumulan en grandes cantidades, cubriendo la arena y generando un ambiente poco atractivo para los bañistas. A pesar de ser las 12 del mediodía, los operativos de limpieza de playas están activos, trabajando incansablemente para retirar el exceso de algas que llega desde la laguna del Mar Menor.
Desde las playas de Los Alcázares, se evidencia la preocupante situación ambiental que enfrenta el Mar Menor. La presencia activa de los operativos de limpieza es un recordatorio constante de ello.
Me acerco a uno de los operarios que están recogiendo algas para hacerle unas preguntas. Se llama Carlos, tiene 46 años y trabaja en limpieza de playas desde hace 3 años.
– Buenos días ¿podría hacerle unas preguntas sobre el trabajo de limpieza de playas que están realizando aquí en Los Alcázares?
– Sí, dígame.
– ¿Podría decirme cómo es el proceso de limpieza de las algas?
– Pues hacemos un monitoreo de la playa para ver las zonas más afectadas por el exceso de algas. Utilizamos rastrillos y palas para recoger las algas en la orilla y en la arena. Después, transportamos las algas a los contenedores especiales para que las lleven a tratamiento.
– ¿Cuál es el volumen aproximado de algas que han recogido hoy?
– Estimamos que hemos recogido alrededor de dos palas completas de algas hasta el momento. Es una labor constante, ya que las algas siguen llegando a la costa a lo largo del día.
– ¿Cuál es su opinión sobre la situación actual del Mar Menor y la proliferación de algas?
– Es preocupante ver cómo el problema de las algas ha empeorado en los últimos años. La calidad del agua es peor, y eso afecta al turismo.
– Muchas gracias por su tiempo y por el arduo trabajo que realizan.
Me acerco a uno de los contenedores donde los operarios depositan los restos de la orilla. La escena frente al contenedor revela la magnitud del problema. El depósito rebosa de restos de algas acumulados durante varios días, emanando un olor desagradable. Los operarios me informan de que la recogida de algas se ha convertido en una tarea diaria y agotadora, ya que cada mañana las playas de la zona amanecen cubiertas por un espeso manto verde. Esta situación se ha vuelto recurrente para quienes trabajan incansablemente para mantener limpias las costas del Mar Menor.
Cada día, el espeso manto verde se extiende por las orillas, afectando tanto la estética del paisaje como la calidad del agua. Los operarios, conscientes de la importancia de su labor, se enfrentan a un reto constante para mantener las playas en condiciones óptimas.
Hablamos con una vecina de Los Alcázares y nos cuenta la situación en la que se encuentran actualmente las playas de la zona. Además, nos habla sobre la agricultura y las actuaciones que se están llevando a cabo para solventar el problema.
Impresiona ver los tonos verdosos en forma de algas que se crean en la desembocadura de la rambla del Albujón. Los nitratos procedentes de la agricultura del Campo de Cartagena, al llegar al Mar Menor crean una mancha verdusca que va dispersándose por toda la laguna.
Para investigar más a fondo el origen de las algas verdes del Mar Menor, me dirijo hacia la rambla del Albujón, situada a unos 12 km de Los Alcázares. Esta rambla es conocida por ser una de las principales fuentes de agua con altos niveles de nitratos que desemboca en el Mar Menor desde el Campo de Cartagena. Al llegar a su desembocadura, quedo impactada al presenciar una extensa mancha verde que se dispersa por la laguna de agua salada. Es evidente que esta contaminación está contribuyendo significativamente al crecimiento descontrolado de las algas, que previamente había visto en la orilla de las playas de los alrededores.
Las algas, impulsadas por los altos niveles de nutrientes en el agua, se reproducen de manera acelerada, creando una cadena de consecuencias negativas para la biodiversidad. A medida que me adentro en el área, el olor distintivo de las algas en descomposición se hace más fuerte.
Hay que tener en cuenta que la rambla del Albujón es solo una de las múltiples que desembocan en la laguna del Mar Menor provenientes de la agricultura intensiva y la falta de un adecuado sistema de gestión de aguas residuales. A medida que me alejo de la desembocadura de la rambla del Albujón, soy consciente de la magnitud del problema en esta icónica laguna costera.
En la década de los 50, La Manga del Mar Menor era una zona poco accesible, destinada principalmente a la extracción de sal y la pesca intensiva. Sin embargo, el desarrollo impulsado por el franquismo transformó por completo este territorio. En la actualidad, La Manga es el epicentro del turismo de sol y playa en la región, con una amplia oferta de urbanizaciones, hoteles, apartamentos turísticos, restaurantes…
Conduzco hasta la Manga del Mar Menor para conocer la situación actual del turismo y el urbanismo de la zona. Entre los múltiples establecimientos hosteleros, entro en una cafetería en la que se encuentra Manuel de 54 años, el propietario del negocio que lleva más de 20 años en él. – ¿Usted siente que el turismo en la Manga afecta negativamente al Mar Menor? – Claro. Es que tantos edificios en la Manga no son buenos para nadie. Pero, sobre todo en verano, la cafetería es lo que me da de comer. Tenemos que aprender a convivir con el Mar Menor, sean cuales sean las limitaciones que nos pongan. Pero aquí hay gente que lo entiende y gente que no.
El Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), ha liderado la creación de una hoja de ruta integral compuesta por 14 medidas fundamentales para lograr el desarrollo sostenible del Mar Menor.
Entre estas 14 medidas se encuentran: el fomento del ecoturismo rural y costero, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles o la implementación de pequeñas instalaciones agrofotovoltaicas.
